En la actualidad, el uso del Bótox y otros neuromoduladores para mejorar la apariencia de la piel, figura entre los tratamientos más demandados por quienes buscan soluciones efectivas, seguras y no invasivas.
Estos tratamientos, que enriquecen la capacidad de respuesta de la medicina estética, ofrecen resultados rápidos y minimizan el tiempo de recuperación. Son opciones novedosas para atenuar las arrugas y otros síntomas de envejecimiento facial.
Todos son sustancias que bloquean las señales nerviosas hacia los músculos faciales para atenuar sus contracciones que generan arrugas de expresión. En este post de Clínica Soria Vizcaíno hablaremos de distintas variantes para ampliar tus conocimientos sobre los neuromoduladores. ¡Comencemos!
Usos del Bótox y otros neuromoduladores
Aplicaciones en el sector médico
El Bótox y otros neuromoduladores de los que hablaremos en este contenido, son usados para tratar diversas condiciones médicas que incluyen dolores crónicos asociados a patologías como la fibromialgia o neuralgias. Incluso, se aplican para tratar síntomas de enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson o condiciones crìticas como el cáncer.
Aplicaciones en medicina estética
En medicina estética, los neuromoduladores permiten bloquear la liberación de acetilcolina, un neurotransmisor que transmite señales entre neuronas y células musculares. Esto hace posible relajar los músculos faciales de forma temporal y reversible y por ende controlar la hiperactividad muscular que genera arrugas y líneas de expresión.
Tipos de neuromoduladores
A continuación, presentamos las marcas tradicionales de neuromoduladores que contienen a la toxina botulínica tipo A. Esta última es producida por una bacteria, clostridium botulinum, pero usada en pequeñas dosis tiene aplicaciones médicas y cosméticas.
Entre los neuromoduladores que contienen a la toxina botulínica tipo A y que fueron los primeros en tener autorización para su uso en medicina estética, destacan:
- Botox y Vistabel, de laboratorios Allergan.
- Dysport y Azzalure, de laboratorios Galderma.
- Xeomin y Bocouture, de laboratorios Merz.
Con respecto a estas denominaciones, es importante destacar que se refieren al mismo producto; el primero es el nombre con que se comercializa para usos hospitalarios en el tratamiento de diversas patologías y el segundo nombre es el usado con fines estéticos.
En términos generales estos neuromoduladores o toxinas botulínicas son sustancias inyectables que no tienen diferencias significativas. Aplicadas en las zonas donde las terminaciones nerviosas se comunican con los músculos faciales, permiten disminuir de forma provisional la hiperactividad muscular vinculada con la aparición de las llamadas arrugas dinámicas.
Estas últimas son arrugas que con el tiempo se van marcando en el rostro cuando sonreímos, fruncimos el entrecejo o entrecerramos los ojos. Su origen está en la gestualidad habitual que va dejando huellas en el rostro: arrugas en la frente, entrecejo y patas de gallo.
Otros tipos de neuromoduladores
En el mercado existen otras marcas menos conocidas de neuromoduladores que también tienen la toxina botulínica tipo A como principio activo. Entre ellos, mencionamos:
- Nuceiva, del laboratorio Evolus.
- Relfydess, del laboratorio Galderma.
- Jeuveau, del laboratorio Evolus.
- Alluzience, del laboratorio Galderma.
En nuestra Clínica Soria Vizcaíno trabajamos con Bocouture, producido por el laboratorio Merz. Se trata de una neurotoxina botulínica purificada cuya formulación no contiene proteínas complejantes. Esto le otorga el beneficio de no generar anticuerpos ni resistencia a la toxina botulínica tipo A a largo plazo, por lo que su eficacia no disminuye.
Conclusión
Conocer el Bótox y otros tipos de neuromoduladores permite aproximarse a opciones seguras y no invasivas en la búsqueda de una apariencia fresca y rejuvenecida.
Tanto Bótox, Dysport, Xeomin, como Jeuveau son marcas de neuromoduladores que contienen la toxina botulínica A. Cada uno ofrece ciertas ventajas específicas; pero, en general, comparten la función de bloquear temporalmente las señales nerviosas que causan contracciones musculares que generan arrugas en la cara.
Para la aplicación de todos estos tipos de neuromoduladores, es importante la opinión del especialista en medicina estética quien puede recomendar el más adecuado para las demandas particulares de cada caso.
En nuestra Clínica de Medicina Estética en Madrid estamos a tu disposición para, después de un diagnóstico preciso, ofrecerte la solución que cubra tus expectativas y te garantice los mejores resultados. Contáctanos y deja en nuestras manos el trabajo de rejuvenecer tu apariencia. ¡Te esperamos!